Mi nombre es Marina Naranjo y hace unos años me decidí, apoyada por la familia y amigos, a lanzarme a rehabilitar esta casita, que mis antepasados construyeron hace más de 100 años, y poder así compartirla con vosotros: con todo aquel que quiera escapar de su rutina unos días, del estrés y los semáforos, y sea amante de la naturaleza, la gastronomía y la vida sencilla.
En esta finca en Monesterio, Extremadura, están mis raíces y mis memorias de esas sensaciones de tranquilidad, recogimiento y bienestar.
He querido cuidar de cada detalle para que tú sientas lo mismo. ¿Te animas a descubrirlo?